
En torno a la estrella más cercana a nuestro sistema solar, Próxima Centauri, se ha descubierto un planeta de dimensiones similares a la Tierra y que se encuentra a una distancia adecuada de su estrella como para permitir la presencia de agua en su superficie y albergar vida, informa Nature.
El descubrimiento, confirmado este miércoles, hace realidad los sueños de los amantes de la ciencia ficción y de los viajes espaciales, ya que el planeta representa un mundo potencialmente habitable por la humanidad y se encuentra lo suficientemente cerca como para enviar a él la primera nave interestelar tripulada. No en vano, el planeta se encuentra a 1,3 pársecs de la Tierra y se necesitarían 20 años para alcanzarlo si se viajara a una velocidad de un 20% la velocidad de la luz.
El nuevo planeta descubierto cerca de Próxima Centauri, ubicada a 4,2 años luz de nuestro sistema solar, tiene una masa al menos 1,3 veces mayor que la terráquea y completa una órbita completa alrededor de su estrella en 11,2 días.
La confirmación del descubrimiento de este planeta, que aún no tiene nombre pero que ha sido catalogado como exoplaneta, era esperada para este miércoles por las Autoridades del Observatorio Europeo del Sur (ESO, por sus siglas en inglés), que ya habían afirmado que nunca antes los científicos habían descubierto una ‘segunda Tierra’ que estuviera tan cerca.
Demasiado pronto para cantar victoria
En enero de este año, el ESO autorizó al equipo de astronomía del doctor Guillem Anglada Escude a estudiar y analizar este, entonces, supuesto exoplaneta con la ayuda de varios telescopios que puderon usar durante 20 minutos cada noche entre el 19 de enero y el 31 de marzo. El analisis obtenido reveló que el planeta presente un color rojizo o anaranjado debido a su proximidad a Próxima Centauri.
No obstante, los descubridores explican que aunque la distancia a la estrella es óptima para su habitabilidad y colonización debido a la posibilidad de permitir la presencia de agua líquida, existen otros factores que lo podrían hacer inhabitable.
Uno de ellos es el efecto astronómico conocido como aceleración de mareas, que podría producirse debido a que este cuerpo celeste gira con una cara siempre mirando hacia el cuerpo alrededor del que orbita. Este efecto también haría que una cara o hemisferio del planeta estuviese siempre caliente, mientras que en el opuesto estaría frío.
Otro problema que explican los astrónomos es el efecto que tendrán las destructivas llamaradas de rayos X que puede lanzar la estrella, lo que deja en incógnita de momento si la atmósfera del planeta protege y permite albergar viva.