
El gobierno de Donald Trump estableció nuevas directrices para el control migratorio, con un agresivo plan que incluye acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y 15 mil nuevos agentes.
El memorando supone un giro de 180 grados respecto a las políticas del ex presidente Barack Obama y abre la puerta a las deportaciones masivas.
Precisa que no solo se perseguirá a inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sino también a aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos o que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y nacional”.
Sin embargo, quedan fuera de esta resolución los jóvenes indocumentados (“dreamers” o “soñadores”) que llegaron a EEUU como menores de edad.
El líder de izquierda de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que acudirá a la ONU en marzo para denunciar la política migratoria de Trump. efe