La calle Monagas de Maturín ayer se vistió de rojo con las fuerzas chavistas y revolucionarias del estado, en rechazo a la campaña injerencista que promueve la oposición venezolana en organizaciones internacionales.
En este extremo de la ciudad se concentraron más de 20 mil militantes de los cuadros regionales y parroquiales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El evento estuvo encabezado por Diosdado Cabello, diputado a la Asamblea Nacional y la gobernadora Yelitza Santaella, quienes en medio de la lluvia se encontraron con un pueblo que sigue fiel a los ideales del Comandante Hugo Chávez.
Durante su intervención Cabello destacó las pretensiones del gobierno estadounidense, que busca apoderarse de las riquezas naturales y minerales del país.
Señaló que la Organización de Estados Americanos (OEA) y su secretario, son manejados por el imperio norteamericano.
“No me extraña que personas como Marco Rubio impulsen en el congreso de EE.UU un debate sobre Venezuela, pero eso no nos preocupa, porque tenemos una claridad absoluta sobre la realidad de la nación”, agregó.
Sostuvo que el presidente Chávez se enfrentó solo al imperio, lo que convirtió a Venezuela en ejemplo de dignidad en el mundo.
“Los ataques internacionales tendrán sus efectos en la derecha desmoralizada que adversa al Gobierno, que no ha podido lograr sus objetivos y tuvo que buscar apoyo afuera”, dijo.
Primera casa del PSUV
El legislador y la mandataria estadal inauguraron frente a la Catedral de Maturín, la primera casa del PSUV “Bolívar-Chávez”, donde recibirán y ofrecerán respuesta a las solicitudes del Poder Popular.
Cabello detalló que a partir de esta semana inaugurarán otras 600 casas en el país, que también tendrán un espacio para los partidos aliados y los movimientos sociales.
Precisó que en Miranda, estado gobernado por un opositor, cuentan con 38 edificaciones listas. Añadió que instalarán una sede del partido en las capitales y en sus parroquias.
.jpg)
